¿Problemas para comenzar? Da un paso pequeño
- centroencara
- 22 jul
- 2 Min. de lectura
¿Alguna vez has pensado que no puedes “ni con lo mínimo”? Hay días en los que hacer cualquier cosa parece una misión imposible: levantarte de la cama, responder un mensaje o preparar la comida parecieran tareas olímpicas. Tranquilo, no estás solo, a todos nos pasa.
Nos han hecho creer que, para poder comprometernos con estas tareas, tenemos que esperar a que llegue ese momento de motivación a salvar el día.
Spoiler: no va a pasar.
Esa es la trampa de la motivación: es impredecible, no sabemos cuánto tiempo se va a quedar ni cuándo va a volver.
Estar esperando a que llegue la motivación que te obligue a actuar, podría tomar mucho tiempo valioso… y aún así, nunca llegar.
En psicoterapia trabajamos con una idea distinta: la acción genera motivación, no al revés. La motivación se construye día a día haciendo cosas pequeñas que nos acerquen a cumplir esas actividades importantes. Primero nos movemos, y luego (con suerte) llegan las ganas.
Pero claro, no es tan simple…
A veces hay cosas que parecen interponerse: estados emocionales intensos como tristeza o aversión y pensamientos que anticipan el fracaso o agotamiento. En estos casos, esperar a que lleguen las ganas, es como esperar la nueva temporada de una serie que lleva 5 años en pausa.
Ahora, si esperar a que llegue la motivación no funciona, ¿qué sí funciona? Dar un paso pequeño. Ridículamente pequeño si es necesario. Tan pequeño que a tu mente le sea casi imposible poner excusas.
Por ejemplo:
· En lugar de “levantarte para ir al gimnasio”, solo sal de la cama y vete a la sala.
· En lugar de “limpiar tu cuarto”, recoge solamente los calcetines.
· En lugar de “responder ese mensaje”, solo léelo y piensa tu respuesta.
La clave está en que sea tan fácil que tú mismo puedas decirte: “¿Sólo eso? Va”. Esto puede parecer insignificante, pero no lo es. Es como empujar ligeramente una puerta que se siente trabada: no la abres de golpe, pero inicias el movimiento.
Empezar no es fácil, pero sí es posible. Cuando la mente y el cuerpo se sienten pesados, iniciar parece demasiado. Aun en esos momentos, hacer algo pequeño es una forma de cuidarte a ti y a tus metas. No tienes que resolver todo hoy, solo da un pasito hacia allá. Parece poco, pero significa que ya empezaste y eso es UN MONTÓN.
Te propongo un reto: haz algo chiquito que te acerque a eso que te ha costado trabajo empezar. Puede ser: abrir ese documento que llevas semanas postergando, acercar ese libro que no has podido terminar o abrir las cortinas de tu casa para que entre luz natural.
Todo cuenta.
Si tienes algo en mente, ¡escríbelo en los comentarios! Ese puede ser tu paso pequeñito.
Psic. Cindy Navarrete.
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