No todo es siempre igual: cómo la generalización nos aleja de la realidad
- Alexa Perez Salazar
- 7 nov
- 2 Min. de lectura
“Siempre me pasa lo mismo”, “nadie me entiende”, “todo me sale mal”. Frases como estas aparecen con frecuencia cuando atravesamos momentos difíciles. Son ejemplos de generalización, un proceso mental en el que tomamos una experiencia puntual y la extendemos a todo lo demás. Es una forma en que la mente intenta simplificar el mundo, pero muchas veces termina amplificando el malestar.
Generalizar puede hacernos sentir atrapados. una decepción se convierte en la idea de que “todas las personas fallan”; un error en el trabajo se transforma en “nunca hago nada bien”. Este tipo de pensamientos absolutistas son una trampa cognitiva: nos hacen perder de vista los matices, las excepciones y las oportunidades de cambio.
Es el resultado de un proceso de aprendizaje. Nuestro cerebro busca patrones para anticipar lo que puede ocurrir y protegernos del error o del dolor. Pero cuando esos patrones se vuelven rígidos, dejamos de responder al presente y empezamos a reaccionar desde experiencias pasadas.
Romper con la generalización no implica negar lo que sentimos, sino mirar con más precisión. Podemos preguntarnos:
¿Esto que pienso ocurre siempre o solo a veces?
¿Hay ejemplos que contradicen esta idea?
¿Qué está pasando aquí y ahora, distinto a otras veces?
Este tipo de preguntas ayudan a flexibilizar el pensamiento y a reconectar con la realidad presente, no con el recuerdo o el miedo. Aceptar que no todo es igual nos abre espacio para el cambio. Nos permite reconocer que aunque haya patrones, también hay posibilidad de actuar diferente.
Porque no todas las historias terminan igual, ni todas las personas son las mismas, ni todas las veces que caemos significa que no podremos levantarnos. Dejar de generalizar es un acto de presencia, y es mirar el mundo con ojos nuevos sin las conclusiones automáticas que los empañan. Es elegir ver lo que realmente ocurre, no lo que nuestra mente teme repetir.
Psic. Katya Margarita Ruiz Villalobos
Comentarios