top of page

La validación no es estar de acuerdo, es reconocer lo que ya estás sintiendo.

  • Foto del escritor: Alexa Perez Salazar
    Alexa Perez Salazar
  • 12 nov
  • 2 Min. de lectura

Validar una emoción no es aplaudir una conducta ni avalar cualquier reacción; es ofrecer un reconocimiento sincero a la experiencia interna del otro. Y ese gesto, que puede parecer sencillo, tiene efectos terapéuticos potentes: baja la intensidad emocional, favorece la regulación y abre la posibilidad de diálogo. 


La confusión entre “validar” y “estar de acuerdo” es uno de los malentendidos más frecuentes en las relaciones personales y, a su vez, una fuente importante de conflicto.

Imagina a alguien que llega a casa cansado y dice: “hoy me sentí ignorado en la reunión”. Responder con “no exageres, seguro no fue para tanto” cierra la conversación; la persona se siente invalidada, sola y menos dispuesta a compartir la próxima vez. En cambio, una respuesta validante podría ser: “me imagino que debió haber sido frustrante”. No implica que avales lo que ocurrió, solo reconoces la experiencia del otro. Esa pequeña facilita que la persona pueda pensar y actuar con más calma.


Validar incluye: escuchar sin corregir, nombrar la emoción, recordar la coherencia de la experiencia dado el contexto y ofrecer normalización (“tiene sentido que te sientas así”). Todo ello sin renunciar a los límites. 


Validar no significa tolerar abuso, ni dejar de poner límites; significa que antes de intentar cambiar la conducta de alguien, lo reconoces como persona con sentimientos válidos.


También es crucial aprender a validarnos a nosotros mismos. La autoinvalidación, esa voz interna que minimiza el sufrimiento o exige eficiencia emocional, dificulta el proceso terapéutico. Decirnos “no debería sentirme así” funciona como una doble condena: primero por sentir, y segundo por no conformarnos a una expectativa externa. Validarnos implica decirnos: “esto me duele, y está bien que me duela”; con ello disminuye la urgencia de escapar de la emoción y aumenta la posibilidad de elegir la respuesta.


Cuando una persona percibe validación en su red social, mejora su tolerancia al estrés y reduce conductas impulsivas.


Reconocer tu propio cansancio, enojo o tristeza no te hace débil; te hace honesto contigo mismo. No se trata de recrearte en el dolor, sino de aceptar tu experiencia con amabilidad.


Psic. Cindy Navarrete


 
 
 

Entradas recientes

Ver todo
Mejora tu calidad de sueño 

Generar hábitos saludables para mejorar tu calidad de sueño es invertir en tu bienestar, energía y claridad. Toma en cuenta que la calidad del sueño influye directamente en nuestro estado de ánimo, co

 
 
 

Comentarios


bottom of page