Huir de las emociones, un truco que sale caro
- Alexa Perez Salazar
- 2 oct
- 2 Min. de lectura
Si pudieras elegir, ¿sentirías miedo, tristeza o enojo? Yo paso, apuesto a que tú también. Y es lógico: cuando algo duele, lo primero que queremos hacer es quitárnoslo de encima. El detalle es que mientras más intentamos escapar de lo que sentimos, más atrapados quedamos en eso que queremos evitar.
La evitación experiencial es una tendencia muy humana, se trata de todos esos intentos por escapar de pensamientos, emociones o recuerdos que resultan incómodos. Y claro, tiene lógica querer distraerse, negarlo o empujarlo al fondo del cajón mental. El problema es que, como todo cajón saturado, tarde o temprano se desborda.
Ejemplos cotidianos hay muchos:
Llenar la agenda hasta explotar para “no tener tiempo de pensar”.
Fingir que un conflicto nunca sucedió porque “mejor no hablar de eso”.
Buscar anestesia rápida en alcohol, comida, series o videojuegos.
Lo curioso es que evitar no borra lo que sentimos, solo lo pone en pausa. Y lo que se queda en pausa, tarde o temprano regresa con más fuerza: insomnio, ansiedad, irritabilidad o esa sensación de vacío que no sabemos de dónde viene.
Aceptar una emoción no significa estar de acuerdo con ella ni resignarse. Es simplemente decir: “esto está aquí, me incomoda, pero forma parte de mi experiencia en este momento”. Y cuando reconocemos lo que sentimos, dejamos de gastar tanta energía en correr en círculos para escapar de nosotros mismos.
Aceptar no hace que la emoción desaparezca de inmediato, pero sí abre espacio para procesarla y avanzar. Es como abrir la ventana: quizá entre algo de frío, pero también se ventila el ambiente.
Al final, sentir es inevitable. Lo que sí podemos elegir es cómo nos relacionamos con esas emociones: desde la resistencia que agota, o desde una apertura que, poco a poco, nos ayuda a soltar. Porque huir de lo que sentimos es como tratar de tapar el sol con un dedo: el sol sigue ahí, solo que ahora también estás cansado de tener el dedo levantado.
Psic. Cindy Navarrete
Comentarios