Disonancia cognitiva: por qué sentimos malestar cuando nuestras acciones y pensamientos no coinciden

Todos hemos experimentado esa sensación incómoda cuando hacemos algo que va en contra de lo que creemos o valoramos. Tal vez comiste algo que sabías que no era saludable, llegaste tarde a una cita importante o tomaste una decisión que luego dudaste. Esa sensación de conflicto interno tiene un nombre en psicología: disonancia cognitiva.

¿Qué es la disonancia cognitiva?

La disonancia cognitiva es el malestar psicológico que surge cuando nuestras creencias, valores o actitudes entran en conflicto con nuestras acciones. En otras palabras, cuando lo que pensamos y lo que hacemos no coincide, sentimos tensión emocional.

Este concepto fue propuesto por el psicólogo Leon Festinger en 1957, quien demostró que los seres humanos buscamos constantemente coherencia interna. Cuando detectamos una incongruencia, nuestro cerebro intenta reducirla de alguna manera.

Ejemplos cotidianos de disonancia cognitiva

Para entenderlo mejor, veamos algunas situaciones comunes:

• Valoro la salud, pero me desvelo y como comida poco saludable.

• Quiero ahorrar, pero gasto en cosas innecesarias cada mes.

• Creo en la puntualidad, pero llego tarde constantemente.

• Deseo cuidar el medio ambiente, pero uso mucho plástico sin pensar.

En todos estos casos, se genera malestar porque nuestras acciones no reflejan lo que realmente valoramos o creemos.

¿Cómo reducimos la disonancia?

Para aliviar ese malestar, solemos recurrir a tres estrategias principales:

1. Justificar la acción: inventamos razones que hagan que nuestro comportamiento “tenga sentido”.

   • Ejemplo: “Comí comida chatarra, pero he hecho ejercicio, así que está bien.”

2. Cambiar la conducta: ajustamos nuestras acciones para alinearlas con nuestros valores.

   • Ejemplo: dejar de llegar tarde y organizar mejor el tiempo.

3. Modificar la creencia: alteramos nuestra forma de pensar para que coincida con lo que hicimos.

   • Ejemplo: “No es tan importante comer sano todos los días, un día no afecta.”

     
     

¿Por qué es importante reconocer la disonancia cognitiva?

Identificar estos momentos de tensión nos da una oportunidad de crecimiento personal y autocontrol. Nos permite reflexionar sobre nuestras decisiones y actuar de manera más consciente, coherente y alineada con nuestros valores.

Además, ser conscientes de la disonancia cognitiva ayuda a mejorar nuestra autoestima y bienestar emocional, porque nos volvemos más honestos con nosotros mismos y reducimos el estrés interno.

Consejos prácticos para manejar la disonancia cognitiva

• Reflexiona sobre tus valores y creencias: escribe lo que realmente consideras importante.

• Observa tus acciones diarias: identifica cuándo estás actuando en contra de tus valores.

• Decide conscientemente: elige si quieres justificar, cambiar tu conducta o ajustar tu creencia.

• Practica la auto-compasión: aceptar que todos tenemos momentos de incongruencia y aprender de ellos.

  
  

Conclusión: La disonancia cognitiva es una señal de que algo en nuestro interior no está alineado. En lugar de ignorarla, podemos usarla como una herramienta para crecer, reflexionar y actuar con mayor coherencia con lo que realmente valoramos.

Psic. Gerardo Valle