¿De verdad la familia es lo más importante?
- centroencara
- 2 may
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La mayoría de nosotros hemos escuchado al menos una vez la célebre frase “la familia es lo más importante” ya qué cuando estamos pequeños es nuestro núcleo principal, en donde pasamos más tiempo, en donde desarrollamos nuestros primeros vínculos sociales y en donde aprendemos cómo es que funciona el mundo.
Es por esa razón que hablar de cuestionar creencias y establecer límites en los vínculos familiares es un tanto complejo, ya que se suelen ver como un acto de desobediencia o de falta de respeto hacia la misma y es justo cuando se nos dice esta célebre frase como un intento de disuadirnos de hablar el tema incómodo o de marcar límites hacia algún familiar.
Qué contradictorio que se nos dice que la familia es lo más importante y por ende para no alterar la supuesta "paz" que hay en ella tenemos que callar y guardarnos cosas que incomodan o que duelen.
Sin embargo el poder hablar de temas incómodos como lo son los límites permiten que dichos vínculos se fortalezcan, pues ahora la base de estas relaciones sería la empatía, la capacidad de escuchar y aprender sobre la otra persona y por ende poder cuidarla.
Las razones principales por las cuales nos suele costar trabajo establecer límites es porque tenemos miedo de que las personas se molesten/ incomoden, se alejen o nos dejen de querer
Sin embargo, quedarnos callados realmente no resuelve el problema
ni tampoco nos garantiza que no se hagan realidad nuestros miedos. Al contrario, al no hablar de los temas incómodos o dolorosos sobre el tiempo podría propiciar que nuestro malestar se acumule generando mayor resentimiento, rencor e inconformidad y por ende aumentando así la probabilidad de conflictos, pudiendo incluso llegar a terminar en contacto cero con ciertos familiares.
Tenemos que ver los límites como una invitación hacia nuestros familiares a ser parte de nuestras vidas
Justo porque son importantes para nosotros y porque queremos poder tener una relación que se base en el respeto mutuo. Es una manera de mostrarles cómo queremos que nos traten y qué cosas nos hacen bien y no.
Los límites no atentan contra la relación, de hecho la favorecen
porque nos ayudan a entendernos y a tratarnos mejor. Por eso, cuando alguien no accede o ve nuestros límites como un ofensa o atentado a su persona entonces es altamente probable que esa persona se esté beneficiando de la ausencia de dichos límites, muy a costa del malestar que esto pudiera estar generándonos.
Qué raro... ¿Que no se dice que la familia es lo más importante? ¿Por qué es importante si se trata de reprimir las conversaciones incómodas y no lo es cuando un familiar te está afectando con sus acciones?
Un efecto colateral de los límites es que te revelan las prioridades de las personas a quienes se los marcas. Quién verdaderamente te valora los verá como una segunda oportunidad para estar en tu vida de una mejor manera. Y quién no te valora, estará dispuesto a perderte con tal de no tener que incomodarse por acceder a tus límites.
Es necesario aprender a filtrar a las personas que están en nuestras vidas, merecemos gente que nos valore, nos apoye y sobre todo que nos respete, es por eso que es importante poder establecer los límites y así saber qué personas son aquellas que queremos en nuestras vidas (o más bien, qué personas nos quieren en sus vidas) independientemente de la relación sanguinea que tengamos con ellos.
En pocas palabras, poner límites a la familia no es ser egoísta, es un acto de madurez y amor propio.
Es el camino para tener relaciones más auténticas, en las que haya cariño, sí, pero también respeto por lo que cada uno necesita.
Así que si para ti verdaderamente la familia es lo más importante, entenderás que poner límites es algo importante y necesario.
Psic. Ana Paulina Mariscal Quirarte.