¿Cómo sé si debo ir a terapia?

Tal vez te has preguntado si es necesario asistir a terapia cada vez que surge alguna problemática y la realidad es que no siempre es necesario. Podemos afrontar las dificultades y logramos resolverlas con nuestros recursos y fortalezas, a veces el contexto nos ayuda también a que se resuelvan o dejarlas pasar sin que escale a más. 

Algo que veo en mis sesiones con los consultantes es que se ha normalizado el estar intranquilos, el no poder descansar por querer estar activos y produciendo. Se normaliza el malestar, sentir ansiedad constante o estrés por el ritmo de vida. No hay que normalizar sentir malestar frecuente. Así que para reconocer si es momento de ir a terapia te comparto algunas preguntas que te pueden guiar: 

• ¿Hay algo en tu momento actual que te esté generando mucho malestar?

• Constantemente te sientes abrumado, intranquilo, inseguro ante un problema en específico o incluso sin que puedas reconocer la causa. 

• ¿Este problema supone un riesgo para tu futuro?

• ¿Consideras que a pesar de tus esfuerzos el problema persiste? 

• Tal vez pienses que no tienes las herramientas suficientes para hacerle frente a diferentes situaciones que te causan malestar. 

• Y hablando sobre las emociones, ¿te cuesta expresarlas? ¿reconoces para que te sirven las emociones? 

• Sueles reprimirlas, rechazarlas o evitarlas. No reconoces cuáles son, para qué sirven y qué es lo que puedes hacer con ellas. 

  
  

A lo mejor buscas mayor estabilidad emocional, quizás sientes que las emociones se apoderan de ti y actúas ante los impulsos, por lo que después te arrepientes por la forma en que lo expresaste. 

Voltear a ver tus áreas de vida tales como la alimentación, el descanso, relaciones interpersonales, el movimiento, el trabajo, etc. Es una forma de reconocer si necesitas ir a terapia. Imagínate que cada una de ellas representa una flor en un jardín y responde las siguientes preguntas: 

• ¿qué tan cuidadas están?

• ¿qué tan frondosas se ven las flores? 

• ¿alguna de esas flores se está marchitando?

• Si notas que persiste la insatisfacción en alguna de esas áreas también podría ser indicador de asistir a terapia. 

Finalmente, consideramos que la terapia también es un instrumento de prevención. No se pretende erradicar por completo y que no aparezcan más problemas, sino que se pueden afrontar de una forma más asertiva. Se pretende transmitir una serie de habilidades y estrategias que permitan afrontar las dificultades, tanto internas como externas, de una forma más sana psico-emocionalmente. Si respondiste sí a varias de estas preguntas podríamos considerar la opción de empezar un proceso terapéutico. 

Psicóloga Edith Ortega