Conecta con tus valores
- Alexa Perez Salazar
- 2 sept
- 2 Min. de lectura
Imagina que buscas moverte en una dirección, no importa si es hacia el norte, al sur, al este o al oeste, comprométete con una dirección. Cualquiera de ellas te va a llevar hacia lo que consideras que es importante. Ya sea desde el ámbito profesional, familiar, personal o interpersonal.
Más allá de reconocer una meta o un destino, enfócate en la dirección que puedes tomar.
Esta dirección puede tener altas y bajas, vueltas y retornos que eventualmente retoman el camino que estás tomando.
Puede haber muchos obstáculos e inconvenientes, pero siempre y cuando sepas hacia a donde te diriges podrás atravesarlos.
Estas direcciones pueden establecerse como valores personales. Los valores no son una meta o un destino alcanzar, si tú te diriges en una dirección, la dirección en sí es un valor. Las metas son objetivos alcanzar, tienden a ser temporales, mientras que los valores pueden estar presentes o no dependiendo de las circunstancias.
Por ejemplo, una meta u objetivo, sería decir que quiero casarme y formar una familia.
Los valores que me moverían a acercarme a esa meta y darle sentido a mi experiencia sería expresar amor y cariño para construir una relación estable desde el respeto y amabilidad.
Ese mismo respeto y amabilidad no se limita a cuando me case, no es temporal porque puedo actuar respetuosamente cuantas veces sea en mi vida. Puedo hacerlo con mis amigos y desconocidos, compañero y familiares etc.
Desde el dolor: descubre tus valores
Cuando percibimos emociones que consideramos desagradables, como el miedo, la ansiedad, la tristeza o la culpa podemos identificar qué área de nuestra vida, está haciendo transgredida, que objetivos no estoy alcanzando, que obstáculos me impiden alcanzar lo que es importante para mí o he actuado de forma incongruente.
No hay que subestimar el poder de estas emociones para generar un cambio y poder escuchar lo que nos quieren decir, probablemente también viene el mensaje de que algún valor está siendo transgredido o dejado a un lado y que podríamos identificar.
Valor es hacer
No basta con decir “soy amorosa” cuando mis acciones muestran lo contrario y actúo de manera incongruente.
Es por eso que te invito a reconocer tus valores y preguntarte lo siguiente
¿Esto que quiero hacer, hago o he dejado de hacer me acerca o aleja de mis valores?
¿A qué acción me comprometo hoy para cultivar ese valor?
¿Qué podría ayudarme a fomentar _____ con mi pareja?
¿Qué impacto tendría en mis relaciones, el que yo me comporte así?
Recuerda que este proceso no es definitivo y nos vamos puliendo, mejorando y reajustando a lo largo de la vida, a raíz de nuestras experiencias. Siempre podemos aprender algo nuevo.
**** aquí algunos ejemplos de valores
Amabilidad, respeto, curiosidad, honestidad, confianza, compromiso, sencillez, ocio, intimidad, apoyo etc!!
Hay muchos más, explora y cultiva los tuyos!
Psic Edith Ortega
Comentarios