4 señales de amistades con inteligencia emocional
- Alexa Perez Salazar
- 7 oct
- 2 Min. de lectura
La amistad no solo se trata de compartir momentos divertidos o acompañarse en los tiempos difíciles, también se construye sobre la capacidad de comprender y gestionar las emociones, tanto propias como ajenas.
Cuando un amigo tiene inteligencia emocional, la conexión se vuelve más auténtica, porque hay apertura, empatía y comprensión. Esto no significa que nunca existan conflictos, sino que hay disposición para resolverlos de manera sana y constructiva.
4 señales de un amigo con inteligencia emocional:
Escucha activa y sin juicios
Escuchan activamente, sin interrumpirte ni hacer de la conversación sobre ellos mismos. Hacen preguntas desde la curiosidad y genuino interés de saber sobre lo que cuentas. Demuestran que puedes sentirte en confianza y con más ganas de hablar sobre el tema.
Valida tus emociones
Reconoce lo que sientes y te hace sentir que tu experiencia es legítima, incluso si no la comparte o no la vive igual. Reconocen que la validación va primero antes que sugerir soluciones. No intentan quitar tu malestar con soluciones rápidas y sobre todo no minimizan lo que sientes.
Respetan los límites
Puedes expresar lo que necesitas o lo que te molesta sin que reaccionen a la defensiva. No se los toman personal, entienden que vienen a raíz de cuidar el vínculo y de esa forma respetan el cómo te gusta ser tratado. Te hace sentir libre y en confianza de poder expresar tus necesidades sin poner tus límites en tu contra.
Celebra tus logros
Reconocen tu esfuerzo y los celebran contigo, ya sea con palabras de reconocimiento o con detalles más específicos. No se comparan ni intentan minimizarlos. Tampoco hacen de la situación en torno a ellos.
El actuar de manera asertiva, escuchando a nuestras emociones y respetando al otro favorece a una mayor confianza en la relación, generar vínculos desde el apoyo genuino y las relaciones se vuelven un factor de protección.
En pocas palabras, un amigo con inteligencia emocional no solo aporta un espacio de escucha y validación emocional, sino también una forma de cuidado mutuo que impacta directamente en tu bienestar.
Cultivar este tipo de vínculos es invertir en tu salud mental y emocional. Y lo mejor: la inteligencia emocional se puede desarrollar, así que también está en tus manos ser ese tipo de amigo para los demás.
Psic. Edith Ortega
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